"Con el tiempo se reconocerá la herencia de Bush"

Adriana de Riva. Representante de la campaña Spain for McCain.




"Tenía que estudiarme bien el discurso", comenta Adriana. "Sabía que tenía que estar muy, muy puesta y saberme el discurso de pe a pa". Adriana de Riva, estadounidense por parte de madre, representante de la campaña Spain for McCain. Siguió muy atenta la investidura de Barack Obama. Sus obligaciones mediáticas se lo exigieron: participó en el análisis político del informativo nocturno de la Cope dirigido por César Vidal y en un debate político organizado por Libertad Digital TV.

Adriana de Riva se convirtió en una cara muy visible durante la campaña electoral estadounidense en España. Se convirtió en la voz de Spain for McCain, una plataforma ajena al Partido Republicano oficial. "Lo más importante para nosotros", nos dice vía telefónica, "era dar a conocer otra cara y otra voz, porque los medios de comunicación en Europa daban una información tan y tan sesgada hacia Obama que hacía falta abrir un poco de debate. Y en este sentido, se cumplió nuestra meta".

Y el martes 20 siguió muy atenta la investidura de Barack Obama: "Desde días antes ya se esperaban esos números récord y escalofriantes de participación en Washington". Y recuerda la investidura de George W. Bush en 2001. Hacía poco que se había instalado en Washington, donde vivió durante siete años. " Yo viví esas fechas. Fui de esas personas que se metieron en las masas con todo el frío. Estuve al aire libre viviendo el momento en directo. Yo iba con amigos demócratas, republicanos y de todo tipo".

- En esta investidura última, ¿cómo se sintió?
- Seguí la investidura con mucha ilusión, como cualquier vez que hay un cambio de presidente y de partido. Es un acontecimiento y yo creo que todos los americanos lo viven con mucho respeto y con mucha admiración.
- ¿Es una gran diferencia con España?
- Sí, no está tan polarizado. En todo Washington, en todo el país, en todo Europa hubo actos y galas inaugurales. Había gente de los dos partidos. La diferencia es que unos pueden estar saltando y los otros lo viven desde el respeto. Tu lo ves con la gente que asistió al acto. El primero detrás de Obama era Bush. Los Bush han demostrado una atención y unos detalles muy admirables y sorprendentes en la transición entre presidentes. Y eso lo dice el equipo de Obama y los demócratas. Todos los periódicos y las agencia lo han comentado. Por ejemplo, el mismo día de la investidura los Obama y los Bush iban a tomar café juntos.
- Algo inesperado...
- Para todo lo mal que se imaginaba la gente que se llevarían los dos candidatos... Dice bastante de los dos, pero dice mucho del que ha sido totalmente criticado. Mi parte americana manda en esto y me gustaría que en España fuera igual.
- ¿Cree que en los últimos meses se ha criticado en exceso la herencia de George W. Bush?
- Totalmente. Yo no soy una pro-Bush para nada. Pero tampoco creo que sea el anticristo o el peor presidente de la historia. Con el tiempo, se irá reconociendo su herencia. Se le ha criticado en exceso, la gente está cansada, se está buscando a alguien para echarla la culpa de lo que está pasando. Y eso cuando el sistema de banca que se hundió en 2008 llevaba presente 30 o 40 años. Se juntó todo muchísimo, además de que la guerra de Irak se está alargando mucho y que la gente quiere ver resultados. Hay, por ejemplo, muchas cosas que Bush estaba haciendo en África, mandaba muchos fondos para combatir el SIDA o la malaria. Eso no se comentaba pero sí que un árabe le tiraba los Zapatos.

De Riva reconoce haber votado demócrata y republicano a lo largo de su vida. "Obviamente en estas últimas elecciones voté por McCain". "Conozco a muchos republicanos en Cataluña, pero quieren mantener sus decisiones más en privado".

- ¿Cree que Obama está generando demasiadas esperanzas?
- Sí. Incluso el pobre, en el discurso de investidura, también intentó rebajar un poco las expectativas. Mientras que en sus discursos de campaña tenía un punto de vista, en la investidura fue más realista. Lo más irónico será ver cómo adoptará la política en Iraq que el criticó hasta la saciedad. Adopta esa misma política y deja el mismo ministro de defensa que escogió George W. Bush. Por un lado es algo pragmático, pero por otro lado, irónico.

- ¿Mejorarán las relaciones entre España y Estados Unidos?
- Zapatero y los socialistas creen que la relación con España va a ser la bomba y que, de repente, va a hacer un cambio de 360 grados. Pero EEUU pedirá compromisos serios a España y que no será sólo ir de visita a la Casa Blanca. Posiblemente será: 'Bien quieres ser mi amigo, pues demuéstramelo y manda más tropas a Afganistán'.

- ¿Hay paralelismos entre Zapatero y Obama como líderes políticos?
- Yo creo que sí, fíjate. Yo sé que al Partido Popular no les gusta, dicen que el Partido Socialista se está apropiando de la figura de Obama. Por ejemplo, han sido presidentes que han llegado al poder muy jóvenes, con relativamente poca experiencia en política, con una línea muy idealista y relativamente de izquierdas en sus respectivos países. Obama, cuando era senador, tenía el historial más escorado a la izquierda.

De Riva trabaja en una consultoría y usa a diario su bilingüismo. Tiene amigos de estudios, primos, un hermano y otros familiares en EEUU. "Hay ciertas cosas que no se cuestionan a un presidente americano: una cierta idea de patriotismo, de amor por la nación, de una visión del país como una sociedad libre, democrática y llena de oportunidades". Dice que aquí no se permiten estas afirmaciones a muchas líderes políticos: "Por eso he oído en España que el discurso de Obama parecía el discurso de un señor de derechas. Lo que pasa que hay cosas que cuando las dices en España se asocian con la derecha y no debería ser así".


- En su último escrito, Spain for McCain aceptó la derrota.
- Sí, el fin es mejorar el país, yo lo creo de verdad. Tenemos una forma distinta de pensar, pero nos unen más cosas que nos separan.
- Así también se define la actitud de John McCain después del 4-N.
- Sí. Eso me pasó, escuché: 'Ah, fíjate, que discurso más bueno al final, que buen hombre...' Y yo digo que siempre fue así. Le apoyé por eso, por ese espíritu increíblemente honrado y constructivo.


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